Consejo: Consigue el ajuste perfecto evitando los extremos: ni demasiado ceñida ni demasiado holgada. Si tu americana es demasiado pequeña, verás que los hombros sobresalen, empujando hacia arriba, o que la tela se arruga al abotonarla. Si es demasiado grande, la notarás colgando sobre los hombros y demasiado abultada sobre el cuerpo.